A veces nos ocultamos. ¿Por qué? Porque la sociedad nos condena. No nos perdona. No nos permite ser quienes fuimos, quienes somos. No importa que ahora estemos mejor, que ahora luchemos para que a otros no les ocurra lo mismo.
Nos obligan a ocultarnos porque todavía la sociedad no está preparada. Nuestros trabajos precarios son nuestro sustento; nuestros vecinos, incluso la gente o a amigos nuevos no les decimos por qué nos ocultamos. Y bueno, a veces hay partes de uno a las que todos no tienen acceso y eso no es mentir, es preservarse...Si no fuimos respetados durante nuestras sucesivas internaciones, por qué habríamos de exponernos?
...Ya llegarán tiempos en los que el modelo social de inclusión se actualice y piense en todos, y los derechos sean para todos. Mientras tanto lucharemos con ilusiones, con sueños... el nombre importa: lo seguiremos pronunciando en silencio....
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