lunes, 19 de julio de 2010

El por qué de un ocultamiento

A veces nos ocultamos. ¿Por qué? Porque la sociedad nos condena. No nos perdona. No nos permite ser quienes fuimos, quienes somos. No importa que ahora estemos mejor, que ahora luchemos para que a otros no les ocurra lo mismo.
NO DECIMOS NUESTRO NOMBRE POR TEMOR. POR MIEDO A LA DISCRIMINACION ANTE UNA SOCIEDAD INJUSTA QUE NO NOS INCLUYE.SOMOS LOS DEL MANICOMIO.LOS QUE ALGUNA VEZ ESTUVIERON DEL OTRO LADO.
Más allá del límite de la razón, no saben que el hilo es muy fino, que pende, que es como un rayito, que la barrera puede cruzarse en un instante, que a cualquiera puede sucederle, que nadie es ajeno , que es necesario sensibilizar, que no somos “los otros”, que ahora que salimos estamos para unir nuestras manos, para ayudar, para juntarnos, para que todos seamos nuevamente un todo.
No queremos estar ocultos pero no decimos nuestro nombre...
Nos obligan a ocultarnos porque todavía la sociedad no está preparada. Nuestros trabajos precarios son nuestro sustento; nuestros vecinos, incluso la gente o a amigos nuevos no les decimos por qué nos ocultamos. Y bueno, a veces hay partes de uno a las que todos no tienen acceso y eso no es mentir, es preservarse...Si no fuimos respetados durante nuestras sucesivas internaciones, por qué habríamos de exponernos?
...Ya llegarán tiempos en los que el modelo social de inclusión se actualice y piense en todos, y los derechos sean para todos. Mientras tanto lucharemos con ilusiones, con sueños... el nombre importa: lo seguiremos pronunciando en silencio....

No hay comentarios: