Con mucho placer compartimos con ustedes, dos de los tres documentos elaborados por Apussam en este año 2012 (el primero es el que fue publicado en el Informe Anual del Cels y que está publicado más abajo).
Sobre la Justicia y la Salud Mental: Sugerencias de APUSSAM[1]
Han sido el fruto de un arduo trabajo colectivo, de debate y análisis de experiencias vinculadas a las internaciones, a los peritajes y al pasaje por las oficinas y burocracias del poder judicial.
En todos ellos Apussam realiza recomendaciones para que las acciones de todas aquellas personas que trabajan en salud y justicia sea más respetuosa de los derechos de todos.
"Sobre la Justicia y la Salud Mental" está dirigido a Operadores Judiciales que quieran adentrarse en las prácticas respetuosas de los Derechos de los Usuarios y Usuarias. Esperamos que lo disfruten!!!
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Sobre la Justicia y la Salud Mental: Sugerencias de APUSSAM[1]
1.- Introducción:
En
este documento pretendemos compartir las principales ideas a las que llegamos
luego de largos debates. Siendo todos usuarios de los servicios de salud
mental, hemos atravesado diversas experiencias con la Justicia, debido a
internaciones forzosas y procesos de insania o inhabilitaciones.
Las
charlas entre pares sobre aquellas experiencias transitadas en diversos ámbitos
de la Justicia nos permitieron recordarlas y analizarlas. Cierta sensación de
“inseguridad jurídica”, producto de los obstáculos para que podamos acceder a una
“Justicia Justa” en casos de interdicciones (insanias e inhabilitaciones)
motivó el debate y el análisis grupal, del cual surgen las sugerencias vertidas
en este documento.
En
principio destacaremos las principales fallas
que entendemos obstaculizan el actuar de la justicia y de un trato justo, para
luego detallar algunas recomendaciones
que podrían hacer de las prácticas de los curadores, jueces, fiscales, defensores,
asesores, peritos y abogados, un trato más respetuoso.
2.- Principales fallas en los procesos
judiciales.
- Los jueces suelen ser muy
inflexibles y distantes.
En nuestras experiencias los
encuentros con los jueces no se han caracterizado por ser positivos. El espacio
de tensión, el breve tiempo del encuentro, las preguntas cortas y cerradas, no
daba lugar para que nosotros podamos participar junto con los jueces en las
decisiones que incumben a nuestra salud mental y nuestra vida.
-
Problemas y fallas en la comunicación
entre los operadores judiciales.
Curadores, peritos, fiscales, defensores y Jueces no
siempre están en contacto entre sí. A veces la ausencia de comunicación
caracteriza a las decisiones que tomaron sobre nuestros tratamientos y otras
veces fueron fallas o malentendidos en la comunicación entre ellos. La ausencia
de conexión entre las diferentes instancias judiciales es una de las
complicaciones del proceso que más se reitera. Cada operador sabe y se ocupa de
una parte del proceso, de manera independiente, como si estuviera solo en el
ámbito de la justicia y como si la persona pudiera separarse en diferentes
secciones: psiquiátricas, legales, médicas, sociales; sin articular el trabajo ni
entrar en comunicación entre ellos.
Además, falta comunicación también entre los
operadores y los usuarios. No sólo necesitamos hablar con el Juez, quien finalmente
tomará las decisiones; también con los técnicos que intervienen en nuestros
procesos: médicos forenses, trabajadores sociales, peritos, fiscales,
defensores.
-Escaso tiempo de audiencia.
No todos pudimos conocer a los jueces que
intervenían en nuestras “causas”, pero para aquellos que logramos acceder a una
audiencia, nos ha sucedido que las mismas duraron apenas unos minutos. Creemos
que ningún juez puede tomar una decisión respecto de la vida de una persona en
cinco minutos de diálogo.
3.- Sugerencias a los operadores judiciales:
Pasaremos
ahora a detallar algunas recomendaciones para el trabajo en las diversas instancias
judiciales, con el objetivo de que puedan ser más respetuosos de nuestros
derechos.
-
En la primera entrevista con profesionales, técnicos, peritos, etc.
Nuestra
historia de relaciones con diversos operadores judiciales nos ha enseñado a
desconfiar, producto de diversos maltratos recibidos por técnicos y
profesionales de la salud y la justicia, quienes muchas veces nos han
perjudicado tomando decisiones erróneas.
Si
nada hay que esconder, si nada tienen que ocultar, pedimos que al presentarse
en nuestras casas o al visitarnos en hospitales o centros de internación, se
presenten dando acreditación de quiénes son. Creemos indispensable que antes de
iniciar una entrevista el profesional se presente, dando su nombre y apellido,
especialidad, pertenencia institucional, funciones y en lo posible una tarjeta
o datos de contacto para que podamos comunicarnos o preguntar por él.
Luego,
pedimos nos expliquen el motivo de la citación o de la visita, el por qué de
esa entrevista y lo más importante: detallar y explicar claramente cuáles son los
alcances de esa entrevista, sus posibilidades y límites.
-
Presencia de acompañante en las entrevistas:
Incluir
siempre la posibilidad de que alguna persona esté presente en los encuentros
con profesionales, técnicos, operadores judiciales, en caso de que lo consideremos
necesario. Es fundamental que esa persona sea elegida por nosotros.
Esta
recomendación se torna de primordial importancia cuando se trata de una
entrevista con el Juez, y más aún cuando es la primera entrevista con él. El
primer contacto con el Juez genera mucha ansiedad, entre otros motivos por el
poder que tiene de modificar el curso de nuestras vidas. Creemos que el primer
contacto con él es muy importante, la primera impresión que daremos tiene un
gran peso para el transcurso de los acontecimientos que se sucederán en
nuestras vidas y tratamientos. Necesitamos tener la posibilidad de estar
acompañados de alguien que nos de tranquilidad y seguridad. Que podamos elegir con quién asistir.
Entrevistas
respetuosas y en espacios privados:
Para
generar climas más distendidos, en los que podamos dar cuenta de cómo estamos,
quiénes somos, necesitamos que se desarrollen en espacios donde la privacidad
esté cuidada y respetada. En espacios donde sea posible conversar con
tranquilidad, escuchándose, sin interrupciones. En espacios donde no esté
entrando y saliendo gente, donde no puedan interrumpir, donde no estemos al
alcance de la vista de otras personas y que no puedan escuchar lo que decimos.
Además, quienes nos entrevistan / interrogan deberían cuidar que sus celulares
estén apagados para que la conversación tenga la privacidad necesaria.
Audiencias accesibles con el Juez.
No queremos que nos traten como cosas.
Queremos que nos escuchen. Las audiencias con el Juez debieran ser accesibles a
todos, necesitamos que éstas se respeten como un derecho y que no funcionen
como un “trámite” de cinco minutos. Que las audiencias o “contactos directos”
no sean simplemente una necesidad del proceso judicial, sino que sea una instancia
de intercambio en donde reine la tolerancia y la intención sea la de escuchar
al usuario.
Para que esta posible instancia de
audiencia que brinda la ley sea accesible a todos, debería tener como requisito
un trámite burocrático administrativo sencillo, de fácil y rápida realización
para todos, para que todos podamos pedir la audiencia que queremos y a la que
tenemos derecho.
Incluir un sistema de APOYOS
Existen instancias del proceso
judicial que a veces no comprendemos; en ocasiones debemos notificarnos de
documentos que no entendemos. Si pudiéramos disponer de tiempo para conservar
los documentos que debemos firmar, podríamos consultar con profesionales de
confianza o con nuestros defensores, de qué se trata y pedirles que nos
traduzcan a un lenguaje sencillo y coloquial lo que dicen los documentos de los
que debemos notificarnos.
Solicitamos la posibilidad de incluir
personas de confianza que nos asesoren de manera coloquial y en un lenguaje
sencillo sobre las diferentes instancias del proceso judicial que estamos
atravesando, que nos esclarezcan las etapas que hemos atravesado y las que nos
falta pasar, cuáles son nuestros derechos en ellas y por qué está sucediendo lo
que nos sucede.
Estas personas deberían ser provistas
por el sistema judicial, pero si así no fuera, o si el defensor / curador no
fuera de confianza, debemos tener el derecho a elegir con quién informarnos y
asesorarnos, a quién acudir y a quién pedir que nos acompañe; ya sea un
profesional calificado, un familiar, o un integrante de una organización de
usuarios o de Derechos Humanos.
Transmisión clara y precisa de la
información.
Independientemente de lo dicho en el
punto anterior, creemos que no debe reemplazar la obligación del defensor y del
juez de explicarnos cuáles son nuestros derechos y qué implica el proceso que
se nos está iniciando.
Sería pertinente la inclusión de alguna
folletería de consulta sobre temas como la capacidad jurídica y el acceso a la
justicia, derechos reconocidos en la Convención de los Derechos de las Personas
con Discapacidad (CDPCD), así como también el derecho que tenemos a un abogado,
previsto en el Art. 22 de la Ley de Salud Mental. Sin embargo, esto no debería suplir
la explicación verbal.
Primeras acciones ante una denuncia
por razones de Salud Mental
Ante una denuncia de un tercero, el
juez debería tomar como primera e infaltable medida, la de citar a la persona
denunciada para conocer su punto de vista sobre la denuncia e interiorizarlo de
los pormenores.
Antes de ordenar una internación, debiera
existir un diagnóstico interdisciplinario que lo recomiende.
Derecho a incorporar pruebas e
informes de parte.
Tal como lo explicita el artículo 22
de la Ley de Salud Mental, tenemos derecho a contar con un defensor que
represente nuestros intereses, y que pueda optar por incorporar informes de
parte en nuestros procesos judiciales. Esto implica que si contamos con un médico
psiquiatra / clínico / psicólogo / trabajador social de nuestra confianza que
pueda mostrar algún aspecto de nuestra salud que haya estado ausente en
informes anteriores, o un punto de vista más favorable para nosotros, podemos hacerlo.
Evitar el uso de la fuerza pública.
Desde Apussam estamos convencidos que
la intervención policial en razones de salud no es lo más conveniente. La salud
y la fuerza pública no debieran estar mezcladas. Sólo debería apelarse a su uso
en causas extremas, como un último recurso, y no como la vía administrativa que
usualmente busca a las personas usuarias para llevarlas al hospital.
En el mismo sentido, creemos que las
citaciones no debieran ser POLICIALES. Es muy abrupto que intervenga la policía
en todo este proceso, esa debiera ser la última medida a tomar. Otros actores
pueden tomar ese rol, desde un lugar más humano y explicativo. Rolando, un integrante
de Apussam, compartió su experiencia: “Me despacharon. Conmigo siempre vino la
policía. De casa directo a la cama del hospital, a llenarme de piojos,
deshidratarme y a estar dopado de tanta medicación.”
Un sistema más eficiente.
Hacer más eficiente y eficaz el circuito
administrativo, evitando dilaciones producidas en parte por la falta de
comunicación entre áreas médicas, psiquiátricas y sociales a su interior y por
falta de conexión con los sectores de trabajo y vivienda del gobierno.
4.- Palabras finales.
El presente documento es, como se
explicitó anteriormente, el fruto de una labor colectiva en donde se ha puesto
a trabajar nuestra propia experiencia en función de que estos aportes puedan
modificar ciertas prácticas del ámbito judicial del que somos, la mayoría de la
veces, involuntariamente parte – hasta ahora silenciada-.
Optamos por apostar a la
transformación social e institucional cuya misión será poner estas palabras en
acción. Creemos que es necesario y fundamental que se allane el acceso a la
justicia de las personas usuarias de los servicios de salud mental, que pueda
encontrarse la certeza jurídica y la protección legal de los usuarios, sean
carenciados o no.
En la medida que ciertos canales sean
más accesibles, y desaparezca la estigmatización hacia las personas con
discapacidad psicosocial, de la que no está exento el ámbito judicial, éste
podrá transformarse en un organismo que resguarde los derechos humanos de los
usuarios y usuarias, incluso también durante los tratamientos, en los que no
debería haber internaciones prolongadas innecesariamente, ni abandono de
personas, o cronificación de pacientes, mala alimentación, sarna, pediculosis,
negligencia médica, sobremedicación y otros tantos tratamientos abusivos del
personal médico.
Es el deseo de los integrantes de
APUSSAM que podamos colaborar en esta transformación, y así fortalecer nuestros
derechos a acceder a la justicia, a contar con una evaluación justa. No al
abandono social ni familiar. No al depósito de pacientes. Nada sobre nosotros
sin nosotros.
[1]Por Fernando Aquino, Rolando Hanono y Daniel Tedesco,
integrantes de la Apussam , organización conformada por un grupo de
hombres y mujeres, usuarios de los servicios de salud mental, que se reúne con la esperanza de forjar un mundo en donde no existan los
estigmas, ni las injusticias
relacionadas con la salud mental.
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