AL PRINCIPIO Y EL FIN….
Hay personas que nos ayudan a estar locos, hay personas que colaboran
con nuestros delirios, con nuestros juicios errados, con nuestras manías de
cómo encarar la realidad y de cómo entenderla, y estas personas no son pocas,
son muchas, muchísimas, y tienen un gran talento para confundir aún mas, la que
ya es verdaderamente confuso…. El amor, oh si el amor, palabra poderosa y única
como no hay otra, el amor nos mantiene vivos, nos mantiene calientes, aún en el
peor de los momentos, en la peor de las batallas, en el más sangriento de los
destinos, y en la peor de nuestras suertes a las que nos haya de arribar la
vida…. El amor para un loco puede estar en cualquier cosa, en una canción, en
un poema, en una flor, en un cuadro, el amor puede estar en la primavera, en
una nube en el cielo, en el sol de enero, en un recuerdo, en alguien a quien
conoció, en una ilusión, en una esperanza, en un anhelo, en un deseo…. El amor
para un loco puede estar en casi todo…. De hecho el amor para un loco puede
estar en todo, en todo aquello en lo que ponga su mente o su corazón…. De hecho
un loco puede reflexionar y decir, tengo tanto amor en mi corazón, por tantas
cosas y por tantas personas que no se porqué estoy loco…. Tal veo que esas personas sufren tantas
vejaciones y tanto mal en sus vidas y en su camino que me volví loco, loco ante
la vida, y loco ante el mundo, y loco ante el creador, y solo lo hice para
denunciar con mi locura, los sufrimientos de esas personas a las que amo, con
locura…. Y de ahí que comencé con esta
mi locura, en principio solo fue un disgusto, tal vez por un mal entendido, o
una situación confusa, y luego porque no logré entender algo, y mas tarde
porque vi algo claramente injusto, y me
callé un reproche, o guardé silencio cuando claramente tendría que haber dicho
algo…. O bien tendría que haber expresado mi opinión, y no lo hice, tal vez por
miedo a la burla, o al golpe, o al desprecio…. O a la amenaza…. Y así se fue sumando,
rabia, bronca, enojo, mucho de eso…. No
se a cuantos les ha pasado, pero yo recuerdo claramente el día en que me volví
loco…. De hecho no fue un día sino una noche, no quisiera arriesgar la nota de
que me dieron una orden, aunque no sería
tan extraordinario que así fuera, debido a cosas que llegué a saber tiempo mas
tarde…. Es decir recuerdo perfectamente el día en que oficialmente me volví
loco, la noche mas bien…. Recuerdo que la última imagen que guardo de mi
cordura, es un paredón de ladrillos, un árbol, una enorme luna redonda como
trasfondo, y a un gato al pie del árbol, y en ese preciso momento, un aluvión
de un millón de voces sacudieron mi cerebro…. Enloquecí…. De pronto el terror y la desesperación
embargaron mi corazón y mi alma, estaba en otro mundo, en un mundo nuevo, en el
cual miles de humillaciones y vejaciones eran lícitas, posibles, permitidas,
plausibles, y nadie a quien recurrir, a quién pedir ayuda, o que me comprendiera…. Solo…. Absolutamente
solo…. Éramos mi humanidad, mi alma y yo, solos, ante un mundo demandante,
imperativo, despectivo, exigente, cruel….Extremadamente cruel y despiadado…. Me
sentí morir, en ese preciso momento sentí
como que todos mis sueños y esperanzas se desvanecían, sentí que mi vida, mi
juventud se despeñaban por un desfiladero, del que nunca podría regresar, y en
ese mismo momento, rompí en llanto…. La gente me miraba, me miraba llorar, mas
nadie me preguntó que me pasaba, me dejaron llorando solo, me dejaron solo
enfrentándome a un destino incierto, un destino sórdido, del que no había
escapatoria, me dejaron solo, en la jaula de los lobos…. Y ahí estábamos solos,
mi carne y los lobos…. Fue espantoso…. Yo creí haber sufrido, y creí tener
experiencia ante el sufrimiento, pero algo así jamás lo había imaginado, nunca
en la vida…. Jamás…. Perdí el trabajo, perdí a mi familia, perdí
mi casa, lo perdí todo…. Recuerdo que caminaba kilómetros por la cuidad, noches
y días, caminaba hasta que me dolían las piernas, caminaba hasta que el
cansancio era un dolor terrible, insoportable, pero el mayor sufrimiento venía
de mi mente, de mi cerebro…. Conversaba con miles de personas al mismo tiempo,
atendía sus demandas, trataba de explicarles lo que yo sabía de la vida, me
disculpaba por mis errores y trataba de explicarlos, trataba de entender el
dolor y el sufrimiento de personas que me demandaban algo, personas que yo
nunca había visto alguna vez en mi vida…. Y sufría y lloraba y lamentaba, y me
preguntaba cuando acabaría ese infierno, donde estaban los límites para que los
demás entendieran también mi humanidad, que yo también tenía preguntas y deseos
y anhelos, y cosas por realizar, y metas que cumplir…. En ocasiones me subía a
un colectivo, y conversaba con las
sociedades que se juntaban en mi cabeza, alguna pregunta venía desde alguien
furioso en la esquina, otra venía de alguien que podía percibir mi presencia a
mas de dos kilómetros de distancia, mientras mi corazón se iba llenando de un
amargo silencio, gélido y mortal…. Y así
divagaba entre el delirio y la mística, entre lo que podía y lo que no, entre
lo probable y lo imposible…. Y así pasaron los años, las décadas, y así llegó
un nuevo año, una nueva centuria, un nuevo milenio…. Y pasaron los rostros, y las personas, los
lugares, los eventos, y yo me hundía mas y mas en el fango del olvido, del
desaliento, sin fuerzas ya no luchaba, ya no pedía, ya no reclamaba, ya no me
expresaba, ya nada…. Y así, lenta y pausadamente me iba despidiendo del mundo,
de la vida, de la poca familia que me quedaba, de aquel poco cariño, raquítico,
que me mostró tal vez, alguna licenciada, casi nada…. El mundo me había
asesinado varias veces, y aunque la lógica
indica que uno solo puede ser asesinado una vez, cualquiera que haya
estado loco y tuvo el coraje para pensarlo, sabe que uno puede ser asesinado
muchas veces…. Porque en una persona hay muchas cosas para asesinar….Se puede
asesinar a una persona, sin armas, mas si con el odio, el desprecio, la burla,
la vejación, la intolerancia, primero tienen que matar a su espíritu, y luego
todo lo demás que hay en ella, lo que la conforma como una persona, una entidad
pensante, un ser evolucionado, una criatura divina…. Única e irrepetible en toda la historia del
universo, un ser que nunca podrá ser recreado tal y como fue concebido, de la
cual jamás se volverán a dar las condiciones para formarla nuevamente, porque
es completamente imposible…. Nunca la historia de nadie, ni la historia de los
antepasados de nadie volverán a repetirse para que alguien suceda en el mundo y
la vida, tal y como sucedió y fue manifiesto…. Una persona que en la grandeza
del macro universo, en mil veces menos que un microbio mil veces diminuto, mil
veces mínimo…. Un ser viviente que es en si mismo un micro universo lleno de
vida y seres vivientes llevándolo a cuestas en su organismo, y al mismo tiempo
un macro universo para miles de trillones de seres millones de veces, cientos
de millones de veces mas pequeños aún…. Con su historia, con sus anhelos, con
sus victorias, con sus experiencias, con sus miedos, con sus aspiraciones, con
sus amores, con sus deseos, con su hambre y sed de justicia…. Con la compañía y
el testimonio de los ángeles que
caminaron junto a él, en ocasiones arrastrando sus alas por la tristeza…. Y me
han contado que en el cielo, los hombres son mayores que los ángeles…. Ángeles
que han vivido y servido al cielo por millones de eras, incontables…. Y yo
pensé, porque conozco al hombre, que no
me parece que el hombre deba ser mayor que los ángeles…. Y mas tarde me
contaron que en el cielo, los arcángeles son iguales a los hombres, y resoplé
aliviado, porque me dije, bien, si resultara necesario, estos podrían hablar y
responder por sus hermanos los ángeles….
Y me pareció bien, y me pareció justa la creación, me pareció justo en reino, y me pareció justo
en creador…. Y así un día continué mi
camino, leyendo las historias, de otros hombres y mujeres, que en otros tiempos
realizaron cosas, importantes, hazañas, actos heroicos, proezas…. Y un día me
senté a reflexionar, y debatía con los sabios de la tierra, con los santos, con
los profetas, con los ángeles mensajeros, con los reyes…. Y conocí proverbios, cánticos, alabanzas…. No que ellos me hablaran a mí, no que yo les
hablara a ellos…. Sino que leía y pensaba, meditaba, debatía, trataba de
entender, y luego entendía…. Y un día en mi corazón, me encontré junto a los
poderosos de la tierra, debatiendo de igual a igual, codo a codo con y entre
ellos…. Y luego de bastante tiempo, de vivir y haber entrado en este reino, que
era en mi alma, en mi espíritu, en mi mente y en mi corazón…. Me dije, pero: ¿A caso no me siento como
uno de los príncipes que debaten con poder y potencia sobre los asuntos de los
hombres y la tierra….? ¿Donde quedó ese reino de locura y demencia en el que yo
vivía, donde ese mundo miserable que se consumió mi juventud, y mi vida….? ¿No
estaba yo hastiado de explicar o tratar de hacerlo, cosas que no eran mis
asuntos, o que no entendía ni nunca
entendí….? ¿No estaba yo acaso cansado de aquel infierno….? ¿Quién o qué fue lo
que conectó una cosa con la otra, un mundo con el otro, cómo fue que de la nada
pasé al todo….? Y traté de remontarme al principio, y cuando llegué al
principio, recordé lo que pensaba de las personas malas, y luego recordé que
había acuñado como tesoro en mi corazón, la palabra amor…. Y dije y reconocí
sentir y tener amor…. Y luego me remonté a la historia de mis días pasados, de
mis días viejos, de los días lejanos….
Y con lágrimas en los ojos, fui recordando el trabajo hormiga, pequeño
y diminuto que habían hecho conmigo, miles y cientos de miles de personas
buenas…. Personas que en medio de mi locura no podía ver, ni distinguir…. Una
persona que me orientó acerca de un lugar, alguien que me llevó donde yo quería
ir, alguien que estaba para recibirme, alguien que me llamaba, alguien que me
ofrecía algo, y muchísimas cosas…. Pequeñas…Pero importantes…. Y mas tarde,
remontando en el recuerdo, cuando fui evolucionando, madurando mentalmente, recordé que una chica que yo no conocía se
juntó a jugar a las cartas conmigo, y luego conocí a un muchacho inglés que estaba
de visita, que nos contó que probablemente tendría la suerte de reunirse con el
príncipe Harry que estaba en nuestro país, y así fui anotando miles y miles de
buenos y amables momentos que me brindaron muchas buenas, delicadas, sutiles y
a veces, en ocasiones, torpes pero bienintencionadas personas…. Y mas tarde, recordé haber conocido a un
filósofo de barril, que me enseñó la filosofía de la filantropía, y mas tarde
alguien que me enseñó el amor a mi mismo, y así fui de charla en charla de
concierto en concierto, de saber en saber, de aprender en aprender…. Y hoy en
día, si bien puedo recordar con toda claridad, cual fue el último momento de mi
cordura, allá hace muchos años, en el lejano pasado, no puedo recordar
claramente, cual fue el último momento de mi locura…. Y tal vez nunca pueda….
No se, tal vez sea por el amor, el que yo tuve, o el que otros me tuvieron, o
tal vez sea porque el que se aferra a la vida la pierde y el que la pierde, tal
vez por amor a otros, la conserva…. No se, tal vez por alguna filosofía no
descubierta aún, o tal vez sea porque muchas veces, solo se vuelven locos, los
que son mas cuerdos, de entre aquellos
que son buenas personas…. Para ayudar al resto….O por miles de razones…. No
se…. Tal vez deba ser loco para siempre, porque como dicen algunos, las cosas
del cielo son locura, y tal vez las de la tierra, no lo son menos….
FIN
Texto narrativo basado en una experiencia de
vida…
Guillermo Szatynski
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