jueves, 9 de febrero de 2017

Campaña Anti-estigma. Hoy publicamos: Sobre la justicia y la salud mental.

CAMPAÑA ANTIESTIGMA

El objetivo de esta campaña es la lucha contra el estigma de la locura. A partir de diversos escritos, Apussam se propone analizar, describir y compartir experiencias de vida en las que el estigma ocupó un lugar protagónico, llegando a prevalecer sobre la identidad de la persona. 
Desde la Asamblea se busca difundir otra mirada sobre la locura, que la sociedad toda sepa que no somos personas peligrosas, que no hay motivos para temernos, que merecemos ser respetado.



Sobre la Justicia y la Salud Mental: Sugerencias de APUSSAM[1]

1.- Introducción:

En este documento pretendemos compartir las principales ideas a las que llegamos luego de largos debates. Siendo todos usuarios de los servicios de salud mental, hemos atravesado diversas experiencias con la Justicia, debido a internaciones forzosas y procesos de insania o inhabilitaciones.
Las charlas entre pares sobre aquellas experiencias transitadas en diversos ámbitos de la Justicia nos permitieron recordarlas y analizarlas. Cierta sensación de “inseguridad jurídica”, producto de los obstáculos para que podamos acceder a una “Justicia Justa” en casos de interdicciones (insanias e inhabilitaciones) motivó el debate y el análisis grupal, del cual surgen las sugerencias vertidas en este documento.
En principio destacaremos las principales fallas que entendemos obstaculizan el actuar de la justicia y de un trato justo, para luego detallar algunas recomendaciones que podrían hacer de las prácticas de los curadores, jueces, fiscales, defensores, asesores, peritos y abogados, un trato más respetuoso.

2.- Principales fallas en los procesos judiciales.

- Los jueces suelen ser muy inflexibles y distantes.
En nuestras experiencias los encuentros con los jueces no se han caracterizado por ser positivos. El espacio de tensión, el breve tiempo del encuentro, las preguntas cortas y cerradas, no daba lugar para que nosotros podamos participar junto con los jueces en las decisiones que incumben a nuestra salud mental y nuestra vida.

- Problemas y fallas en la comunicación entre los operadores judiciales.
Curadores, peritos, fiscales, defensores y Jueces no siempre están en contacto entre sí. A veces la ausencia de comunicación caracteriza a las decisiones que tomaron sobre nuestros tratamientos y otras veces fueron fallas o malentendidos en la comunicación entre ellos. La ausencia de conexión entre las diferentes instancias judiciales es una de las complicaciones del proceso que más se reitera. Cada operador sabe y se ocupa de una parte del proceso, de manera independiente, como si estuviera solo en el ámbito de la justicia y como si la persona pudiera separarse en diferentes secciones: psiquiátricas, legales, médicas, sociales; sin articular el trabajo ni entrar en comunicación entre ellos.
Además, falta comunicación también entre los operadores y los usuarios. No sólo necesitamos hablar con el Juez, quien finalmente tomará las decisiones; también con los técnicos que intervienen en nuestros procesos: médicos forenses, trabajadores sociales, peritos, fiscales, defensores.

-Escaso tiempo de audiencia.
No todos pudimos conocer a los jueces que intervenían en nuestras “causas”, pero para aquellos que logramos acceder a una audiencia, nos ha sucedido que las mismas duraron apenas unos minutos. Creemos que ningún juez puede tomar una decisión respecto de la vida de una persona en cinco minutos de diálogo.

3.- Sugerencias a los operadores judiciales:
Pasaremos ahora a detallar algunas recomendaciones para el trabajo en las diversas instancias judiciales, con el objetivo de que puedan ser más respetuosos de nuestros derechos.

- En la primera entrevista con profesionales, técnicos, peritos, etc.
Nuestra historia de relaciones con diversos operadores judiciales nos ha enseñado a desconfiar, producto de diversos maltratos recibidos por técnicos y profesionales de la salud y la justicia, quienes muchas veces nos han perjudicado tomando decisiones erróneas.
Si nada hay que esconder, si nada tienen que ocultar, pedimos que al presentarse en nuestras casas o al visitarnos en hospitales o centros de internación, se presenten dando acreditación de quiénes son. Creemos indispensable que antes de iniciar una entrevista el profesional se presente, dando su nombre y apellido, especialidad, pertenencia institucional, funciones y en lo posible una tarjeta o datos de contacto para que podamos comunicarnos o preguntar por él.
Luego, pedimos nos expliquen el motivo de la citación o de la visita, el por qué de esa entrevista y lo más importante: detallar y explicar claramente cuáles son los alcances de esa entrevista, sus posibilidades y límites.

- Presencia de acompañante en las entrevistas:
Incluir siempre la posibilidad de que alguna persona esté presente en los encuentros con profesionales, técnicos, operadores judiciales, en caso de que lo consideremos necesario. Es fundamental que esa persona sea elegida por nosotros.
Esta recomendación se torna de primordial importancia cuando se trata de una entrevista con el Juez, y más aún cuando es la primera entrevista con él. El primer contacto con el Juez genera mucha ansiedad, entre otros motivos por el poder que tiene de modificar el curso de nuestras vidas. Creemos que el primer contacto con él es muy importante, la primera impresión que daremos tiene un gran peso para el transcurso de los acontecimientos que se sucederán en nuestras vidas y tratamientos. Necesitamos tener la posibilidad de estar acompañados de alguien que nos de tranquilidad y seguridad.  Que podamos elegir con quién asistir.

Entrevistas respetuosas y en espacios privados:
Para generar climas más distendidos, en los que podamos dar cuenta de cómo estamos, quiénes somos, necesitamos que se desarrollen en espacios donde la privacidad esté cuidada y respetada. En espacios donde sea posible conversar con tranquilidad, escuchándose, sin interrupciones. En espacios donde no esté entrando y saliendo gente, donde no puedan interrumpir, donde no estemos al alcance de la vista de otras personas y que no puedan escuchar lo que decimos. Además, quienes nos entrevistan / interrogan deberían cuidar que sus celulares estén apagados para que la conversación tenga la privacidad necesaria.

Audiencias accesibles con el Juez.
No queremos que nos traten como cosas. Queremos que nos escuchen. Las audiencias con el Juez debieran ser accesibles a todos, necesitamos que éstas se respeten como un derecho y que no funcionen como un “trámite” de cinco minutos. Que las audiencias o “contactos directos” no sean simplemente una necesidad del proceso judicial, sino que sea una instancia de intercambio en donde reine la tolerancia y la intención sea la de escuchar al usuario.
Para que esta posible instancia de audiencia que brinda la ley sea accesible a todos, debería tener como requisito un trámite burocrático administrativo sencillo, de fácil y rápida realización para todos, para que todos podamos pedir la audiencia que queremos y a la que tenemos derecho.

Incluir un sistema de APOYOS
Existen instancias del proceso judicial que a veces no comprendemos; en ocasiones debemos notificarnos de documentos que no entendemos. Si pudiéramos disponer de tiempo para conservar los documentos que debemos firmar, podríamos consultar con profesionales de confianza o con nuestros defensores, de qué se trata y pedirles que nos traduzcan a un lenguaje sencillo y coloquial lo que dicen los documentos de los que debemos notificarnos.
Solicitamos la posibilidad de incluir personas de confianza que nos asesoren de manera coloquial y en un lenguaje sencillo sobre las diferentes instancias del proceso judicial que estamos atravesando, que nos esclarezcan las etapas que hemos atravesado y las que nos falta pasar, cuáles son nuestros derechos en ellas y por qué está sucediendo lo que nos sucede. 
Estas personas deberían ser provistas por el sistema judicial, pero si así no fuera, o si el defensor / curador no fuera de confianza, debemos tener el derecho a elegir con quién informarnos y asesorarnos, a quién acudir y a quién pedir que nos acompañe; ya sea un profesional calificado, un familiar, o un integrante de una organización de usuarios o de Derechos Humanos.

Transmisión clara y precisa de la información.
Independientemente de lo dicho en el punto anterior, creemos que no debe reemplazar la obligación del defensor y del juez de explicarnos cuáles son nuestros derechos y qué implica el proceso que se nos está iniciando.
Sería pertinente la inclusión de alguna folletería de consulta sobre temas como la capacidad jurídica y el acceso a la justicia, derechos reconocidos en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPCD), así como también el derecho que tenemos a un abogado, previsto en el Art. 22 de la Ley de Salud Mental. Sin embargo, esto no debería suplir la explicación verbal.

Primeras acciones ante una denuncia por razones de Salud Mental
Ante una denuncia de un tercero, el juez debería tomar como primera e infaltable medida, la de citar a la persona denunciada para conocer su punto de vista sobre la denuncia e interiorizarlo de los pormenores.
Antes de ordenar una internación, debiera existir un diagnóstico interdisciplinario que lo recomiende.

Derecho a incorporar pruebas e informes de parte.
Tal como lo explicita el artículo 22 de la Ley de Salud Mental, tenemos derecho a contar con un defensor que represente nuestros intereses, y que pueda optar por incorporar informes de parte en nuestros procesos judiciales. Esto implica que si contamos con un médico psiquiatra / clínico / psicólogo / trabajador social de nuestra confianza que pueda mostrar algún aspecto de nuestra salud que haya estado ausente en informes anteriores, o un punto de vista más favorable para nosotros,  podemos hacerlo.
Evitar el uso de la fuerza pública.
Desde Apussam estamos convencidos que la intervención policial en razones de salud no es lo más conveniente. La salud y la fuerza pública no debieran estar mezcladas. Sólo debería apelarse a su uso en causas extremas, como un último recurso, y no como la vía administrativa que usualmente busca a las personas usuarias para llevarlas al hospital.
En el mismo sentido, creemos que las citaciones no debieran ser POLICIALES. Es muy abrupto que intervenga la policía en todo este proceso, esa debiera ser la última medida a tomar. Otros actores pueden tomar ese rol, desde un lugar más humano y explicativo. Rolando, un integrante de Apussam, compartió su experiencia: “Me despacharon. Conmigo siempre vino la policía. De casa directo a la cama del hospital, a llenarme de piojos, deshidratarme y a estar dopado de tanta medicación.”

Un sistema más eficiente.
Hacer más eficiente y eficaz el circuito administrativo, evitando dilaciones producidas en parte por la falta de comunicación entre áreas médicas, psiquiátricas y sociales a su interior y por falta de conexión con los sectores de trabajo y vivienda del gobierno.

4.- Palabras finales.
El presente documento es, como se explicitó anteriormente, el fruto de una labor colectiva en donde se ha puesto a trabajar nuestra propia experiencia en función de que estos aportes puedan modificar ciertas prácticas del ámbito judicial del que somos, la mayoría de la veces, involuntariamente parte – hasta ahora silenciada-.
Optamos por apostar a la transformación social e institucional cuya misión será poner estas palabras en acción. Creemos que es necesario y fundamental que se allane el acceso a la justicia de las personas usuarias de los servicios de salud mental, que pueda encontrarse la certeza jurídica y la protección legal de los usuarios, sean carenciados o no.
En la medida que ciertos canales sean más accesibles, y desaparezca la estigmatización hacia las personas con discapacidad psicosocial, de la que no está exento el ámbito judicial, éste podrá transformarse en un organismo que resguarde los derechos humanos de los usuarios y usuarias, incluso también durante los tratamientos, en los que no debería haber internaciones prolongadas innecesariamente, ni abandono de personas, o cronificación de pacientes, mala alimentación, sarna, pediculosis, negligencia médica, sobremedicación y otros tantos tratamientos abusivos del personal médico.
Es el deseo de los integrantes de APUSSAM que podamos colaborar en esta transformación, y así fortalecer nuestros derechos a acceder a la justicia, a contar con una evaluación justa. No al abandono social ni familiar. No al depósito de pacientes. Nada sobre nosotros sin nosotros.





[1]Por Fernando Aquino, Rolando Hanono y Daniel Tedesco, integrantes de la Apussam, organización conformada por un grupo de hombres y mujeres, usuarios de los servicios de salud mental,  que se reúne con la esperanza de  forjar un mundo en donde no existan los estigmas, ni  las injusticias relacionadas con la salud mental.

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